miércoles, 31 de diciembre de 2008

¡a rocanrolear el 2009!

¡A rocanrolear el 2009!

Como Chuck Berry, subido al escenario del B. B. King Blues Club a sus 82 años.



A ver si se entera Beethoven de una vez (que está un poco sordo) y se lo cuenta a Tchaikovsky.

sábado, 13 de diciembre de 2008

ruzafa ubik

Callejeando por Ruzafa, camino de Basilico, tropiezo con el bullicio de la inauguración de un bar. Veo desde la calle, con sorpresa, que las paredes están cubiertas de libros. Como llego tarde a la cita para cenar, no entro en tan curioso antro, pero vuelvo después de la cena. Los libros no sólo cubren varias paredes, sino que están a la venta; el antro se llama Ubik, probablemente por Philip K. Dick, y me compro por euro y medio una edición de 1943 de la Salomé de Oscar Wilde, encuadernada en tela.

Callejear por Ruzafa y entrar en el Ubik de Philip K. Dick, un mundo paralelo.

viernes, 12 de diciembre de 2008

entusiasmado

Fue oír “Take my love with you” en MySpace y pinchar en


para comprar, caros, el LP y los dos singles que ofrecía Q Division Records. Caí capturado por la energía de este paperboy, como debió de caer él en una marmita de soul en su más tierna infancia.

Luego he tenido que pedir excusas por mi entusiasmo. “Es sólo una banda de revival” –me dijeron críticos ilustres y expertos variados. “Pues yo siempre quise hacer coros con los Commitments.”





El Loco está a reventar y a Eli “Paperboy” Reed and the True Loves sólo les echo en falta las Lovettes haciendo coros mientras despliegan los inagotables cancioneros de Wilson Picket, o de Jackie Wilson, o incluso, ya en los bises, del John Lee Hooker, etapa Vee Jay.

Oh man, there ain’t nothin’ like twistin’ the night away!

domingo, 7 de diciembre de 2008

embelesado

Alberto Montero toca “I’m spellbound” del The Road of Life Alone de Malcolm Scarpa. En Red Shoe somos poco más de una docena de personas escuchándole, y yo al menos estoy embelesado.

Sólo con la acústica de doce cuerdas y un pedal que apenas usa, recorre su “disco en solitario”, como dice al iniciar el concierto, alguna de las canciones que grabó con Shake, y una arriesgada versión de “Sea song” del Rock Bottom de Robert Wyatt.

Ya escribí hace unos meses en “psicodelia fina”, que me había quedado colgado de su disco, del que tengo la copia número 22/500.

Esta noche termina con un par de canciones en castellano, que –nos dice– se le ha ocurrido hacer, y vuelve Malcolm Scarpa, ese duendecillo.

jueves, 4 de diciembre de 2008

el retorno de susi quesocremoso

Presentación esta tarde de la página web rockin’ your eyes en el Colegio Mayor “Luis Vives”, puesta en marcha por un colectivo del que soy individuo de número. Para celebrarlo, proyectamos la película Uncle Meat de Frank Zappa, con subtítulos en español, obra de Manuel de la Fuente. Como ya hice en la presentación de la tercera película del ciclo “Rocking your eyes II, Zapping your eyes”, también de Zappa y también subtitulada por obra de Manuel de la Fuente, de la que di cuenta en otra entrada de este blog, armado con un par de folios, digo lo que sigue:

“Conseguí Uncle Meat, el disco de Las madres del invento, en 1969 en una copia editada por el sello inglés Transalantic Records, Discos Transatlánticos, la referencia 197 de un sello que desde su fundación en 1961 fue lugar de acogida para músicos de folk, blues, jazz y vanguardias variadas que encontraban difícil acomodo en los grandes sellos discográficos.

Uncle Meat fue de hecho el primer disco que Frank Zappa publicó de The Mother of Invention en su sello Bizarre, que distribuía Reprise del grupo Warner Bros, sello que fundó para poder grabar y editar sus discos con un margen mayor de libertad (antes había publicado en él Cruising with Ruben and The Jets).

El disco, doble, se anuncia en la portada como “Most of the music from the Mother’s movie of the same name which we haven’t got enough money to finish yet”, “La mayor parte de la música de la película de las Madres del mismo título, que aún no hemos conseguido dinero suficiente para acabar”. Esa música se unió en mi tocadiscos a la de otros discos que en la misma época estaban abriendo el campo de lo audible, y fue acompañante habitual. La película la tuve que imaginar a partir del disco y alguna noticia de su sinopsis. No sabía yo entonces nada de los avatares de esa película inacabada, ni podía saber que la que acabaría apareciendo en 1989 con ese título, y que vamos a ver esta tarde, poco tendría que ver con la supuesta película inacabada en 1969, pero acababa de estar involucrado en el rodaje de un par de películas también inacabadas en ese momento, por causa de la falta de dinero –e inacabadas también hoy en día.

La segunda de ellas fue desde su concepción un simulacro de película. En marzo de 1969 Antonio Maenza urdió hacer como si se rodaba una película, aunque no teníamos dinero ni para comprar película virgen ni mucho menos para pagar el revelado. La película llevaba el título de Flash: Kábala 9 en 16 para 4 en 8, y el título cabalístico fijaba que 9 eran los partícipes en la película en 16, en la que 4 rodaban en 8 mm sendas películas. Pocos de los 9 estaban al tanto de que en la cámara de 16 no había película, uno de ellos era yo –tenía que serlo, porque era el cámara, y le daba cuerda, encuadraba y disparaba plano tras plano impertérrito. El plan era anunciar el envío de los rollos a revelar al laboratorio y denunciar después que el laboratorio no nos los había devuelto, probablemente por intervención de la censura, y así lo hicimos. Las 4 películas en 8 mm, sí que se rodaron. La película Flash: Kábala 9 en 16 para 4 en 8, sólo existió en la ficción que representamos, porque no teníamos dinero más que para imaginar.

La otra película inacabada, Orfeo filmado en el campo de batalla, la rodamos en positivo reversible a finales de 1968, y nunca tuvimos dinero para sonorizarla, por lo que en las pocas ocasiones en que se proyectó en sesiones más o menos clandestinas, la banda sonora la ponía yo en directo llevando los discos a las proyecciones, y la segunda pieza que sonaba en esa banda sonora nunca grabada era de Frank Zappa.

En Orfeo filmado en el campo de batalla, el segundo Orfeo, que interpretaba Rafa Ferrando, robaba la cámara al padre para salir a la calle a rodar una película sin fin. El robo se realizaba en la casa familiar de los Errando Mariscal, edificio señorial del Parterre que fue derribado pocos meses después de nuestro rodaje para construir El Corte Inglés, descolgando la cámara por la fachada hasta la calle, donde la recogía yo, primer Orfeo filmado en el campo de batalla. El padre robado lo interpretaba el padre de Eduardo Hervás, principal artífice de la película y quien puso el poco dinero del presupuesto, el necesario para la compra de la película virgen y el pago del revelado, pero la cámara robada era en realidad de la Federación Valenciana de Ciclismo, que por entonces presidía mi padre.

Todo ese enredo freudiano y marxista de padres, hijos, Orfeos e infiernos estaba convenientemente acompañado en la secuencia del robo de la cámara, o falo, por “La vuelta del hijo del monstruo magnético”, última canción del disco Freak Out! de Las madres del invento, en la que aparece por primera vez Suzy Creamcheese, Susi Quesocremoso, interrogada por la voz de su conciencia, así:

–Suzy? (¿Susi?)
–Yes. (Sí.)
–Suzy Creamcheese? (¿Susi Quesocremoso?)
–Yes. (Sí.)
–This is the voice of your conscience baby, uh I just want to check one thing out with you, do you mind dear? (Ésta es la voz de tu conciencia, chica, eh, sólo quiero comprobar una cosa contigo, ¿no te importa, querida?)
–What? (¿Qué?)
–Suzy Creamcheese, honey, what’s got into you? (Susi Quesocremoso, vida, ¿qué te pasa?, ¿qué se te ha metido, en la cabeza o en el cuerpo?)

En Uncle Meat, disco, Susi Quesocremoso retorna en el segundo corte de la primera cara, “La voz del queso”. Aquí es la misma Susi Quesocremoso quien toma la palabra en primera persona para dirigirse a su público, los adolescentes americanos (“Hello, teenage America”), y decir que ella es Susi Quesocremoso (“My name is Suzy Creamcheese”), y que lo es (“I’m Suzy Creamcheese”) porque nunca ha llevado pestañas postizas en toda su vida (“because I’ve never worn fake eyelashes, in my whole life”).

En una posible película, Susi Quesocremoso hubiera sido la Primera Dama de los Estados Unidos, si Tom Wilson, el productor de Freak Out! (y también del “Like a rolling stone” de Dylan), hubiera ganado las elecciones de 1972, ya que en una de las ficciones de Uncle Meat se presentaba con la intención de ser el primer presidente negro de los Estados Unidos. No fue así, por lo que Zappa aún tuvo que combatir a más de un presidente (blanco, por supuesto) a lo largo de su vida, y el primer presidente negro no lleva a Susi Quesocremoso a la Casa Blanca. Contentémonos, saltando de veinte en veinte años, con Uncle Meat, disco de 1969 y película de 1989, y con presidente negro en los Estados Unidos en 2009.

Manuel de la Fuente nos hablará ahora de Uncle Meat, la película, que él ha traducido y subtitulado.”