miércoles, 29 de octubre de 2008

marxismo de groucho en la universitat de valència

Nuestra Antigua Universidad se ha vuelto realmente marxista (de Groucho). Si se entra en la noticia del ciclo del Aula de Cine, Marxistes de Groucho, que comienza hoy en el Vives, http://www.uv.es/~webuv/noticies/noticia.php?idnoticia=7315, uno puede descubrir que el director de Sopa de Ganso, Leo McCarey, se ha convertido en Llig McCarey, por obra y gracia del SALT (el programa de traducción automática castellano-valenciano, salvavidas de funcionarios y plumillas de la Comunidad Valenciana).

El profesor Manuel de la Fuente, responsable de presentación y coloquio, leerá la película, como debe hacer todo profesor de Estudios Culturales que se precie.

Lee y difunde, que decía el Mundo Obrero.

martes, 21 de octubre de 2008

impertinencias

En torno al año 400 a.n.e., la democracia ateniense se recupera de la época de los Treinta Tiranos. Se ha firmado un acuerdo de paz entre oligarcas y demócratas que incluye una ley de amnistía. Lisias quiere, sin embargo, que Eratóstenes sea juzgado por haber matado a su hermano, pero como es difícil encausarlo por ello, amplía su acusación contra él a todos los desmanes cometidos por los Treinta Tiranos, de cuyo gobierno formó parte.

Su discurso de acusación Contra Eratóstenes, uno de los Treinta, que pronunció el mismo Lisias, comienza con una frase que vale la pena tener presente: “Empezar la acusación no me parece difícil, oh jueces, sino dejar de hablar. Delitos de tal magnitud y de tan gran número han sido cometidos por ellos que, aun mintiendo, no los acusaría de delitos peores de los que ya existen…” Lo difícil no es acusar, sino callarse. Callarse es imposible ante la magnitud de los delitos. O al menos es imposible callarse para un demócrata radical.

La historia no nos dice, o al menos yo lo desconozco, cuál fue el dictamen tras el alegato de Lisias, si Eratóstenes fue o no inculpado y condenado, pero sí que su alegato era impertinente.

(Noticias en la prensa: Garzón dicta un auto declarándose competente “por los presuntos delitos permanentes de detención ilegal, sin dar razón del paradero, en el contexto de crímenes contra la Humanidad” […] “fundamentalmente por la existencia de un plan sistemático y preconcebido de eliminación de oponentes políticos a través de múltiples muertes, torturas, exilio y desapariciones forzadas (detenciones ilegales) de personas a partir de 1936, durante los años de Guerra Civil y los siguientes de la posguerra, producidos en diferentes puntos geográficos del territorio español”. El fiscal “considerando que la resolución no es ajustada a derecho interpone recurso de apelación”.)

(El Contra Eratóstenes de Lisias lo encontré el sábado pasado, de expedición en la calle Donceles, en la librería contigua al Inframundo, en la edición de la colección de la UNAM de clásicos grecolatinos Bibliotheca Scriptorum Graecorum et Romanorum Mexicana, y lo compré como libro de actualidad. El Margites no fui capaz de encontrarlo.)

sábado, 18 de octubre de 2008

donceles, méxico, d. f.

En Historias falsas, de Gonçalo M. Tavares, que leo en otro de los preciosos libros con cubierta troquelada de la editorial Almadía de Oaxaca, Arquitas es el guardián del libro Margites, la comedia de Homero, que le ha entregado Platón con el encargo de guardarlo con su vida. El rastro de esa tercera obra maestra de Homero se ha perdido, nos dice Tavares, “porque quien busca investiga en bibliotecas, en sitios nobles y cultos”. Arquitas le dio el libro para que lo guardara a un hijo de barquero, y Tavares tiene la certeza de que “entre los descendientes y amigos del barquero ni uno sólo aprendió a leer”. “Es, pues,” –añade Tavares– “probablemente, en medio de una familia de campesinos, personas sencillas y analfabetas, que se podrá encontrar el libro más buscado de la historia”.

Podría decir la banalidad de que también cabe entrar en su busca en la borgiana Biblioteca de Babel, que acabo de leer, esta vez en inglés, The Library of Babel, en una traducción incluida al comienzo del libro de William Goldbloom Bloch The Unimaginable Mathematics of Borges’ Library of Babel.

Borges, nos recuerda Alberto Manguel en una reseña benévola de este libro aparecida en The New York Sun, consideraba las matemáticas como una rama de la literatura fantástica. Y Bloch resulta poco borgiano queriendo explicar la biblioteca de Borges con matemáticas que él llama “inimaginables”, cuando las matemáticas, con su poder de creación de mundos, son psicodélicas.

Prefiero ir a buscar el Margites a ese laberinto de libros que son las librerías de viejo de la calle Donceles. Entraré al Inframundo en su busca, ahora que se acerca el día de los muertos.

domingo, 12 de octubre de 2008

polanco, méxico, d. f.

Alguien dice: “Agarras por Arquímedes y das vuelta a Homero hasta Hegel. Sobre Hegel está Adonis.” Ni modo, ahí vamos.

richard strauss es rock ‘n’ roll

Para compensar el no haber ido a la ópera en el Metropolitan de Nueva York, me voy al Auditorio Nacional en México D. F. a una retransmisión en directo de la Salomé de Richard Strauss precisamente desde el Metropolitan.

Pero no, no se trata de compensar nada. Richard Strauss es rock ‘n’ roll. No en vano compuso Also Sprach Zaratustra para anunciar la llegada de Elvis Presley, o, al menos, del Elvis Presley de los setenta As Recorded at Madison Square Garden o Aloha from Hawaii: Via Satellite.

Y en esta Salomé, arrebata sin dar tregua, hasta que Karita Mattila besa la cabeza cortada del Bautista y grita “Ah! Ich habe deinen Mund geküsst”.

A la salida, recojo la cámara que me habían requisado (aunque podían haberme requisado también un revólver o un hot dog, como puede verse en la foto).



México, D. F. es rock ‘n’ roll.

domingo, 5 de octubre de 2008

me & mr. taj mahal

He venido a Princeton unos pocos días, de paso a México, D. F., para visitar a mi hija que está haciendo un máster en Asuntos Públicos en esta universidad de la Ivy League. Antes de venir planeamos ir a pasar la noche del sábado 4 a Nueva York y asistir a algún espectáculo. A ella le habían sacado unas amigas, que viven en Nueva York, una entrada para una representación en el Metropolitan de la ópera Don Giovanni, y quedamos en que conseguiría otra para mí, lo que hizo.

Sin embargo, el viernes descubro en la red que Taj Mahal actúa en el B. B. King Blues Club & Grill ese mismo sábado 4 dentro de su gira Celebrating 40 Years, en la que lo que conmemora es el 40º aniversario de la aparición de su primer disco, de título homónimo. Sabía de esa gira, incluso acababa de comprar directamente en la página web de Taj Mahal el disco Maestro, que también celebra esos cuarenta años de su primer disco, pero no sabía que yo coincidiera con la gira en mi viaje neoyorkino.

En 1968, conseguí fuera de España ese primer disco de Taj Mahal, y el segundo, The Nacht’l Blues, que publicó el mismo año, y ambos discos se convirtieron de inmediato en residentes asiduos de mi tocadiscos. Me levantaba por la mañana cantando “I’m gonna get up in the mornin’ / I believe I'll dust my broom”, su versión rockificada del blues de Robert Johnson, y saludaba, “Good Morning”, a Miss Brown, día tras día.

En los años inmediatamente siguientes, en que estuve privado de pasaporte, alternativamente encargaba a quien podía salir al extranjero que me buscara sus nuevos discos (el doble Giant Step / De Ole Folks At Home, de 1969, Happy Just To Be Like I Am, de 1971, Recycling The Blues & Other Related Stuff, de 1972, Oooh So Good ‘n Blues, de 1973), o me alegraba al encontrar en los cajones de rebajas de las tiendas españolas los dos únicos que se publicaron en España por entonces (The Real Thing, de 1971, y Mo’ Roots, de 1974). “Fishing blues” se convirtió en uno de mis himnos para comenzar el día, “Betcha’ goin’ fishin’ all o’ da’ time / Baby goin’ fishin’ too I’ma goin’ fishin’ … Yes I’m goin’ fishin’, / And my baby goin’ fishin’ too”, y la cara B de Recycling The Blues & Other Related Stuff llevo treinta y seis años escuchándola una y otra vez, y es sin duda mi vinilo más surcado.

Le he seguido en todas las direcciones que ha explorado: todas las formas del blues, el soul, la música caribeña, la hawaiana, la hindú, las africanas… En los últimos años, Kulanjan, su disco de 1999 con Toumani Diabaté, bate records de aparición en mi lector de CDs y en mi iPod, y, al volver de un viaje a Zanzíbar en 2005, me encontré con que él acababa de grabar Mkutano Meets The Culture Musical Club Of Zanzibar. Pero nunca le había escuchado en directo.

¿He de decir que no tuve un momento de duda? Hace unos años, cuando organicé junto con Jenaro Talens el ciclo de conferencias en Bancaja Las culturas del rock, uno de los invitados, que poco tenía que ver con el asunto, pero era un maestro en el arte de las conferencias académicas, resolvió el compromiso en que le había puesto su amigo Jenaro titulando la conferencia “Memorias de un no-roquero” y contando en ella cómo su vida respecto al rock quedó definitivamente definida el día en que rechazó una invitación para ir a Woodstock, porque tenía dos entradas para la ópera Lucia de Lammermoor con Joan Sutherland en el Metropolitan del Lincoln Center, precisamente para donde tenía yo ahora las entradas. Ya el día que le escuché pensé que yo pertenecía a otra estirpe. Y sí, sin dudarlo un instante, compré dos entradas para el concierto de Taj Mahal, y alguien se encontró con el regalo inesperado de dos entradas para la ópera en el Metropolitan.

Aquí estoy, yo y el señor blues, Mr. Taj Mahal.


Juro que me voy a pescar el día entero. Me voy a pescar, y mi chica también. Que sí, she rock me to my soul, sweeter than a honey bee, yeah, my queen bee. Oh she rock me to my soul.