retorno (“como si el barco fuese un pliegue del mar”)
Repetí el 1 de enero, otra vez, el rito de comienzo de año que me asegura. Fui hasta el mar, me iluminé de nuevo recordando a Ungaretti, y volví a encontrar la eternidad de Rimbaud. Retorno a la Marina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario